Cuando tenemos la mala suerte de vernos involucrados en un accidente de tráfico, a menudo la intensidad del suceso (o de los problemas que ha provocado) hace que no actuemos con la lucidez que la situación requiere. Esto no es sólo durante y justo después de un accidente, donde hay gran tensión emocional, sino que muchas veces se alarga más allá por meses.

La posibilidad de reclamar para obtener una justa indemnización es otro momento crítico en el que es fácil ser víctima de ideas preconcebidas o de malos consejos. Para evitarte errores que dificulten el proceso de reclamación, vamos a repasar cuáles son los mitos más habituales que algunas personas todavía creen con relación a los accidentes de tráfico y los pasos a seguir para reclamar.

–     Mito 1: Contratar un abogado es caro

Mucha gente renuncia al asesoramiento de un abogado porque cree que eso requiere de un gran gasto y que, por tanto, no vale la pena buscar uno. La realidad es que la economía nunca debería ser excusa: en Confía Accidentes te atendemos de manera completamente gratuita, y solo cobraremos si tú cobras.

–     Mito 2: Si te sientes bien, no necesitas ver a un doctor

Muchas lesiones pasan desapercibidas en los primeros minutos tras un accidente. Esto puede suceder porque el cuerpo todavía está en caliente, o porque la propia tensión del suceso disimula el daño sufrido. Por esa razón, no someterse a una revisión médica es un error típico, aunque es clave para detectar lesiones que nosotros no hemos percibido. Además, su informe será fundamental en el momento de presentar una reclamación.

–     Mito 3: No necesitas contratar a un abogado, sirve de poco.

Mucha gente desconfía de los abogados, o directamente desconoce qué ventajas le pueden suponer. No contar con los servicios de un abogado especialista en accidentes de tráfico puede suponerte un perjuicio económico muy importante. Por ejemplo, si te conformas con la indemnización que te ofrezca una aseguradora, “por no complicarte”, estarás dejando de percibir con toda seguridad una suma importante, y regalándosela a la compañía.

–     Mito 4: Si el daño no es severo ni hay lesionados, es mejor llegar a un acuerdo con el conductor.

En la misma filosofía de “no querer líos”, muchas personas optan por cerrar la situación de la manera más rápida posible. Aunque eso les suponga un perjuicio. La reclamación tras un accidente no es exclusivamente para daños graves o lesiones (que tampoco debería evaluar uno mismo, ver punto 2), sino que puede ser provechosa en todo tipo de accidentes.

–     Mito 5: Las fotos son la única forma de evidencia tras un accidente.

Es bueno disponer de fotografías de las consecuencias de un accidente, sin duda, pero las imágenes no son, ni mucho menos, el único recurso que cuenta. Debemos contar siempre con un informe oficial de la Policía o la Guardia Civil, que se encargará, tras recibir aviso y personarse en el lugar, de realizar dicho informa de la manera más imparcial y explicativa posible.

Asimismo, como hemos señalado, es muy importante contar también con un informe médico, que complementará la descripción de lo ocurrido y puede descubrir consecuencias insospechadas.

–     Mito 6: Tras un accidente, no hay límite de tiempo para presentar una demanda por daños.

Conviene saber que sí existe un plazo para presentar demandas, por lo que no hay que dejarlo pasar en ningún caso. Puede suceder que desde la aseguradora nos recomienden esperar una oferta de la otra parte y que así se consuma el plazo, por lo que nunca hay que dar lugar a eso.

–     Mito 7: No necesito abogado, mi seguro se encargará de todo.

Aunque sean profesionales competentes, quienes trabajan en las compañías aseguradoras están ante todo para velar por los intereses de su empresa. Esto puede traducirse en la práctica, y es lo que suele suceder, en que si confiamos exclusivamente en sus gestiones difícilmente obtendremos la indemnización que merecemos. Por eso, para no renunciar a lo que nos corresponde, es siempre conveniente recurrir a un abogado especializado.

–     Mito 8: Todos los conductores tienen seguro.

Todos sabemos que es obligatorio disponer de seguro para circular, pero también es una realidad que todavía existen conductores que circulan sin él. Puede ser por razones personales o porque simplemente está caducado, pero lo cierto es que te puedes topar con uno, literalmente. Si te encuentras en esa situación es fácil que todo se complique, por lo que es importante contar con asesoramiento experto.

Si deseas tener más información sobre indemnizaciones de accidentes de tráfico, puedes consultarnos en la web de Confía Accidentes, donde ponemos a tu disposición los mejores abogados especialistas en accidentes y trabajamos para toda España, contáctanos