En España hay cada año 110.000 víctimas de accidentes de tráfico, tanto mortales como personas con lesiones de diferente gravedad. Los viajes en familia y las vacaciones a menudo son sinónimo de largos recorridos y mayor tráfico en las carreteras. Factores como la propia fatiga del conductor suponen un riesgo claro, aunque muchos accidentes ocurren en viajes cortos por zonas que conocemos bien.
Vale la pena, por tanto, extremar la precaución en todos los casos. Si se produce un accidente, será vital no cometer ninguno de los errores que puedan dificultar una reclamación posterior. Vamos a repasar los principales casos que pueden darse en un accidente de tráfico.
1. Salida de la vía
Salirse de la vía es uno de los tipos de siniestro más habituales. Por desgracia, también es uno de los más comunes entre los fallecidos en las carreteras. Así lo ha señalado la Dirección General de Tráfico (DGT) recientemente, indicando que hasta la mitad de víctimas mortales lo han sido por accidentes de este tipo. Se trata, además, de accidentes que no distinguen entre tipos de vehículo, porque pueden suceder tanto a motocicletas como a turismos o a cualquier otro coche.
Se produce una salida de la vía cuando un vehículo, o parte de él, se salen de la calzada, lo cual suele darse como consecuencia de una pérdida de control por parte del conductor. Esta pérdida de control no siempre es por distracciones o negligencias, sino que puede deberse al estado de la calzada o una falta de mantenimiento en el vehículo.
2. Colisión
Las colisiones se entienden siempre que son entre dos o más vehículos que están circulando, es decir, en movimiento. Según el punto del vehículo en que se produzca hablaremos de alcance (colisión por detrás, por alcance), lateral o frontal. Puede suceder también que el impacto sea frontolateral, cuando un vehículo tiene impacto frontal y otro lateral.
Podemos afinar más, precisando si son perpendiculares u oblicuas, o bien si se producen en la zona delantera, central o posterior. Estos aspectos tienen importancia en los informes policiales, y son útiles en los documentos necesarios para una reclamación por accidente.
Un caso particular es la colisión múltiple o en cadena, que se produce por lo general en autopistas y autovías, y que tiene como causa habitual el ir a gran velocidad o no respetar una distancia adecuada.
3. Choque
Aunque pueda parecer lo mismo que una colisión, hablamos de choque sólo cuando el impacto del vehículo se produce contra un objeto estático, sea otro vehículo o cualquier otro elemento.
En ocasiones, un choque puede dar lugar a un vuelco, generalmente a causa de un exceso de velocidad. Se trata de uno de los tipos de accidente que pueden ocasionar lesiones graves. En todos los casos, los pasos a seguir tras un accidente son los mismos.
4. Incendio
Un incendio en un automóvil puede ser consecuencia de un choque o una colisión, si bien no es este el motivo más habitual. Aparte de distracciones, muchos casos tienen que ver con el cableado eléctrico de los coches.
Si te encuentras en esta situación, es fundamental dar aviso inmediato a emergencias, en cuanto hayas podido apartar y apagar el vehículo. Si dispones de un extintor es el momento de utilizarlo, pero si no es así puedes intentar echar arena o tierra sobre las llamas, con precaución.
5. Arrollamiento
Atropellar a alguien es también, por desgracia, otro de los casos que nos pueden suceder, y que pueden tener diversas causas. En este tipo de accidente, el que sale peor parado es casi siempre el peatón o ciclista. Esto puede deberse a pérdidas de control del vehículo por desmayos, imprudencias de peatones y otras causas. Además, puede suceder que un mismo accidente incluya un arrollamiento y un choque posterior, por ejemplo.
Como en el resto de accidentes, en caso de suponer un delito va a ser necesaria la intervención de un abogado.
6. Volcamiento
Hablamos de vuelco o volcamiento cuando un vehículo sufre un accidente y pasa de tener contacto con el suelo a través de las ruedas a hacerlo con el lateral o el techo.
El viento o una carretera con curvas muy cerradas pueden dar lugar a un accidente de este tipo, pero casi siempre hay un factor relacionado con una velocidad inadecuada. Un tipo especialmente grave de volcamiento son las llamadas vueltas de campana, que pueden ser muchas en función de la velocidad, y que se relacionan con lesiones de considerable gravedad.
Sea cual sea el tipo de accidente de tráfico que pueda ocurrir, lo indudable es que el uso del cinturón de seguridad es un factor crítico. Ponérselo reduce sensiblemente la gravedad de las lesiones y las muertes en carretera.
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