A la hora de solicitar una indemnización tras un accidente de trafico, el momento clave de la reclamación por daños y perjuicios por las lesiones es el “alta definitiva”. El alta médica no tiene por qué coincidir con el alta laboral, la cual se puede recibir antes del alta médica o incluso no existir.
El alta médica definitiva es aquel momento en el que se declaran estabilizadas las lesiones y la rehabilitación es completa. Aunque en su defecto es cuando ya la rehabilitación no va a ayudar a mejorar y se recibe el “alta con secuelas”.
Al recibir el alta medica, finaliza el período de incapacidad temporal y es el momento a tener en cuenta para la valoración de los daños según el baremo vigente en ese momento.
Por lo tanto, el alta definitiva es el momento de la estabilización de las lesiones. En este sentido, para indemnizar al lesionado se tendrán que tener en cuenta desde el día en que sufrimos el accidente hasta el día del alta definitiva.
No obstante, existen diferentes días de baja que se valoran con diferentes cantidades:
- Días de hospitalización
- Días impeditivos son aquellos durante los cuales el lesionado está incapacitado para realizar sus ocupaciones habituales
- Días no impeditivos que son aquellos durante el cual el lesionado está en tratamiento médico hasta obtener el alta definitiva, pero no está incapacitado para realizar sus ocupaciones habituales ya sea trabajar, estudiar, labores del hogar, etc…
Resumiendo, para recibir la indemnización no es necesario estar de baja laboral. El lesionado tiene derecho a recibir una indemnización mientras esté en tratamiento médico (ya sea reposo, medicamentoso o de fisioterapia) porque se encuentra en situación de incapacidad temporal para su ocupación habitual.
A la hora de pedir una indemnización, hay que tener en cuenta que además de estos días de baja, también se valoran los perjuicios económicos según los ingresos mayores o menores de la víctima por trabajo personal, los gastos médicos sufridos y por supuesto los daños materiales.
