Las distracciones son la principal causa de accidente de tráfico: conversaciones, pensamientos, manipulación de dispositivos y en especial el uso del teléfono móvil.
Curiosamente, al tiempo que la tecnología y la legislación avanzan para hacer los vehículos y la conducción más seguros, las distracciones han ido evolucionando: de tener elementos de distracción como el movimiento de los niños en el asiento trasero, manipular la radio o fumar, hemos pasado consultar el GPS, enviar un whatsapp o hablar por teléfono, convirtiendo la tecnología, que en principio cumple con el objetivo de hacernos la vida más fácil, en un elemento de riesgo si hacemos un uso indebido.
La DGT ha diseñado campañas específicas para prevenir este tipo de distracciones, y es que el simple hecho de mandar mensajes mientras se conduce multiplica por 23 el riesgo de sufrir un accidente.
Según la AAA Foundation for Traffic Safety –Fundación para la Seguridad del Tráfico- usar el móvil para mandar mensajes implica distracción de los tres elementos atencionales básicos para la conducción:
-Visual: leemos la pantalla del móvil.
-Cognitiva: la mente está ocupada procesando o elaborando mensajes.
-Manual: al menos una de las manos está ocupada en el teléfono.
Los accidentes que más frecuentemente producen este tipo de distracciones son salidas de vía, colisiones por alcance y atropellos.
Conducir sin mirar
Desviar la vista de la carretera para atender al teléfono móvil es, en definitiva, conducir sin mirar. Suponiendo que apartamos la vista para mirar el teléfono móvil cuando estamos conduciendo, si el vehículo circula por ejemplo a 120 km/h, se desplaza 33 metros cada segundo. Es decir, que un despiste de 3 segundos implicaría un desplazamiento, a ciegas, superior a la distancia de un campo de fútbol. Si en ese momento surge cualquier imprevisto sufriremos, irremediablemente, un accidente.
Una infracción habitual
Según un estudio realizado por BP, Castrol y RACE, casi cuatro millones de personas utilizan el móvil mientras conducen, revisando el correo, navegando por Internet, chateando o incluso utilizando aplicaciones y juegos.
A pesar de que utilizar el móvil mientras se conduce es una infracción grave, el 58,76% de los encuestados para dicho estudio reconocía usar el móvil estando ante el volante en semáforos en rojo (36%), atascos o retenciones (30%), e incluso durante la marcha (18%). Es más frecuente el uso de móvil entre los conductores que viajan solos (87%), o en los trayectos “in itinere”, para ir o volver del trabajo (41%).
Consejos para no distraerte al volante
Evitar las distracciones al volante es tan sencillo como querer hacerlo. Romper con hábitos distractivos y entender la importancia de prestar atención plena a lo que hacemos:
– Evitar urgencias y preocupaciones que capten nuestra atención durante el trayecto.
– Planificar correctamente el viaje para no tener que hacer consultas durante el mismo.
– No apartar la vista de la carretera en ningún momento.
– No retirar las manos del volante.
– No utilizar el móvil. Evitar la tentación de usarlo en momentos de aburrimiento y silenciar aplicaciones que puedan distraernos.
– Avisar a las personas de nuestro entorno de que vamos a salir de viaje para evitar que nos llamen o escriban durante el trayecto.
– Los semáforos no duran tanto, el trayecto tampoco. Podemos esperar a llegar para contestar mensajes o llamadas.
– No utilizar el trayecto en coche para ponernos al día en cuanto a redes sociales o noticias.
– Tratar de disfrutar de la conducción, en lugar de planteárnosla como un momento aburrido o de soledad.
– Evitar distracciones es evitar accidentes. Unos simples segundos pueden ser letales.
Desde Confía Accidentes te animamos a realizar una conducción segura y consciente, prescindiendo de aquellas tecnologías que no son necesarias a la hora de sentarnos ante el volante.
Por supuesto, en caso de sufrir un accidente a causa de una distracción, te recomendamos contactar a nuestros abogados especializados, que gestionarán el proceso ofreciéndote siempre las mejores garantías.
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